Translate

miércoles, 20 de junio de 2007

Hellboy: un trozo de pan.


Un punto rojo.
Un punto rojo enorme.
Envuelto a duras penas por una gabardina.
Rematado por unos cuernos que, por recortados, no dejan de ser cuernos.
Una cara roja tallada en granito.
Unos enormes pectorales rojos tallados en granito.
Unos enormes abdominales rojos tallados en granito.
Un cinturón repleto de amuletos y pertrechos de lo más curioso. La enorme pistola que le regaló La Antorcha de la Libertad.
Unos pantalones que no pueden ocultar unas piernas rojas ciclópeas, rematadas por pezuñas, ni la poderosa cola roja.
Pero lo que definitivamente llama nuestra atención, por encima de los cuernos, de las pezuñas, de la cola, de la fuerza que rezuma cada centímetro rojo, es esa inmensa mano de piedra roja. Y esta vez no es una metáfora.
La impresionante mano derecha de Hellboy es el quid de la cuestión.

Hellboy es un héroe romántico, un ser predestinado a desencadenar el caos, a despertar al dragón ancestral que destruirá la humanidad y a sumir el mundo en el horror.
Hellboy es una criatura desubicada en lucha continua con su naturaleza, en pos de su auténtica esencia. Un inmenso demonio rojo que, asomándose al abismo, renuncia al trono que le pertenece
Hellboy es, resumiendo, - y como diría mi amiga Marta – más majo que las pesetas.




El extraño origen remoto de todo esto.

El origen del drama de Hellboy comienza hace eones lovecraftianos, en los inicios de la historia secreta del mundo, con el nacimiento de los espíritus mayores, enviados a la recién creada tierra para guardarla. Uno de estos guardianes alzó la mano para coger el fuego del aire y, añadiendolo al barro, dar forma al dragón Ogdru Jahad, que no adquirió vida hasta que llegó la noche y la oscuridad entró en ella. La bestia creó las primeras criaturas vivas de la tierra, los Ogdru Hem, quienes horrorizaron a los guardianes, que los combatieron hasta aprisionarlos en el abismo.. Los restos de los Ogdru Hem, derrotados y desgarrados, esperan pacientemente el momento de levantarse y reclamar la tierra, que gobernará finalmente el Ogdru Jahad. De estos despojos surgieron, también, todo tipo de criaturas imbuidas del poder de la oscuridad y el fuego.
Ante semejante catástrofe, los guardianes hicieron pedazos a aquel que osó alzar la mano, reduciéndolo a pedazos que, dispersados por el mundo, desaparecieron. Todos...excepto la mano derecha.


La mano se convirtió en el objeto sagrado del pueblo dorado, los primeros hombres, surgidos de los espíritus menores.
La mano se colocó en una estatua que durante 10.000 años permaneció en el jardín del rey Thot, quien acabó seducido por la diosa negra, desencadenándose entonces un horror que hizo descender a la estatua de su pedestal para lazarse desde los muros de la ciudad. Sus pedazos se perdieron. Todos...excepto la mano derecha, que espera el momento de alzarse de nuevo.



El doble advenimiento de Rojo.

Hellboy es hijo predilecto de un demonio, príncipe de Sheol y una bruja ( ver El ataúd encadenado ). Nació en el infierno pero vio de nuevo la luz en la tierra, donde intenta vivir la vida de un hombre...que, con su muerte, ( ver Lugares extraños, pero sin alarmarse...aquí nadie se muere de forma definitiva. A veces, ni aproximativa ) comprende que no es un hombre, siente el peso de su carga y ve la cara de la criatura que tenía que haber sido.
La diosa Hécate ya le pronosticó ( en Despierta al demonio ): “¡Acepta la verdad de tu existencia o muere! ¡No puedes huir de tu destino!”. Ambas cosas ocurren finalmente.
Pero ¿cómo irrumpe Hellboy en la tierra?.
Pues resulta que Rasputín – si, si, Rasputín – no estaba muerto ( estaba de parranda ): el dragón le habló mientras agonizaba en el Neva y lo llamó a su servicio para devolver el mundo al caos mediante el Ragna Rok, el Apocalipsis. Reclutado por Himmel, desarrolla el “motor del Ragna Rok”, un dispositivo que, el 23 de Diciembre de 1944, en la diminuta isla escocesa e Tarmagant, pondrá en marcha una serie de acontecimientos irreversibles: las siete bestias del Ogdru Jahad desterradas en el abismo envían a Hellboy para dominar el poder que el ex - santón ha de desatar...sin que nadie contase con la poca predisposición del muchacho para cumplir su temible cometido.
El pequeño Hellboy, apenas un bebé, hace su aparición, recién sacado de los infiernos, en East Bromwich, Inglaterra, gracias a los esfuerzos aparentemente improductivos que, al mismo tiempo, lleva a cabo Rasputín , en la costa escocesa...¿error de cálculo o la verdadera fuerza del destino?
Sea como fuere, el profesor Bruttenholm, enviado a Inglaterra para desmantelar acciones “paranormales” del ejercito nazi, adopta al pequeño demonio, que crecerá en una base militar de Nuevo Méjico.



La naturaleza de la bestia.

Pero el auténtico Hellboy se nos va desvelando por sus acciones, más allá de su diabólica apariencia.
En Tortitas, un episodio corto – muy corto -, el infierno se estremece cuando un pequeño HB prueba por primera vez el plato del título; Mammon, Astaroth y Haborym lo tienen claro: “Es el chico. Se ha comido una tortita”. “Ya nunca volverá junto a nosotros”.
Y es que aunque su mano tenga el poder de desatar y controlar al dragón, de insuflar vida a los soldados muertos del infierno y de enviar ese ejército en guerra contra el cielo, Hellboy no tiene ningún reparo en renunciar a su posición en el infierno – donde reinaría como Anung un Rama, su auténtico nombre y la clave para dominarle -,y a ceñirse la corona de fuego que lo identifica como hijo de su padre ( ambos, nombre y corona, arrebatados por el demonio Uralac, quedarán depositados en Pandemonium, en la casa de la mosca, esperando en el infierno a que HB las reclame )...pero a la mano veremos que no puede renunciar.
En una conversación con Adrian Frost entrevemos parte de su gran responsabilidad: “¿Y si me la corto?” – pregunta Hellboy . A lo que Frost contesta: “¿Con qué propósito? ¿Cómo saber que no volverá a hacer el mal? ¿Y si alguien la usa?”.
Así, parece que realmente Hellboy es quien se encarga de que la mano realice su auténtico cometido, no aquel que está llamado a llevar a cabo...el destino no contaba con la voluntad del demonio.
Todo aquel empeñado en desencadenar el Apocalipsis se empecina en que HB es la llave del caos, la mano derecha del destino – de un destino caótico, claro -, cuando lo que realmente parece destinado a hacer es evitar que la mano cumpla con su deber. El único destino que controla Hellboy es el suyo propio y con cada decisión que toma se aleja más del Ogdru Jahad y otros nombres impronunciables – ominosos, que diría Lovecraft, la sombra constante que planea sobre todo este lío – y se acerca más a su humanidad.



Para saber más.

Lo mejor es disfrutar directamente con los cómics, que son una auténtica maravilla, pero para ir abriendo boca he aquí unas webs:

- Hellboy.com: página para lectores y coleccionistas ( en inglés ). Incluye cortos animados:
http://www.hellboy.com/

- Guía del cómic: su nombre lo dice todo:
http://www.guiadelcomic.com/comics/hellboy.htm

- Hellboy Guía: aquí está todo ( personajes, datos sobre el autor, etc. ) en castellano:
http://www.geocities.com/hellboy_guia/






No hay comentarios: