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lunes, 23 de marzo de 2009

Confusiones y risas.

Aún no tengo claro si realmente fue un error o si aún se está riendo de mi, pero aún me duele la tripa al recordar las risas provocadas cuando A. confundió a William Butler Yeats con...



Buzz Lightyear!!!!!!!




¡ Qué gran momento literario !

martes, 17 de marzo de 2009

Feliz día de San Patricio

San Patricio es un santo encantador. Nacido con el nombre de Maewyn allá por el siglo IV, cayó en manos de los piratas irlandeses entre los que, una vez liberado, se dispuso a enseñar la palabra de Dios. Con él llevaba un tesón considerable, un buen bagaje de cultura clásica y ganas de martirio verde ( aquel que pasaba por la castidad y la obediencia a los designios divinos. El martirio rojo era el de enfrentarse a los leones o ser sumergido en aceite hirviendo por un sultán ).
Llegado a las verdes tierras irlandesas, se hizo con las simpatías de los isleños a base de, con perdón, cojones. A San Patricio no le tosía pagano alguno. A Patricio le tosía, curiosamente, la Iglesia.
Mientras en Occidente la Iglesia estaba de Concilios, reformas y discusiones teológicas, en Irlanda, en plena conversión y todo lo alejada que se podía estar de Roma, seguían fieles a su ritual ,para entonces obsoleto y prácticamente hereje. Y es que lo bueno de Patricio es que no pretendió alterar las costumbres de sus acólitos: siguieron lanzándose a luchar en pelota picada, entonando cánticos bárbaros y disfrutando de una buena invasión vikinga de vez en cuando.
Y aquí es donde debemos estar agradecidos a la herencia patricia. Irlanda desarrolló un centro de escritura e iluminación que salvaría el legado clásico que destruirían las hordas bárbaras y caerían prácticamente en el olvido a partir de la caída del Imperio Romano.
Así que, ¡¡¡gracias, San Patricio!!! ¡¡¡Gracias Irlanda!!! Slainta va!!



Mientras os tomais una pinta y os zampais un maravilloso Irish Stew, pudeis leer De como los irlandeses salvaron la civilización, de Thomas Cahill. Una lectura estupenda.

sábado, 14 de marzo de 2009

La curiosidad acabará matando al gato...

...Y si no, al tiempo.

No se puede dejar nada a su alcance ( por imposible que parezca el alcance ).




Eso que huele es un cuadrito de punto de cruz, un esquema que me traje del Trinity College de Dublín. Es un monstruillo decorativo del Book of Kells.*

Y es que ya preparamos el día se San Patricio.

* La Aranya Tecla os lo enseña mejor.

martes, 10 de marzo de 2009

La sociedad literaria y el pastel de patata de Guernsey.

He tenido que dejar pasar unos días para que se me borrara la sonrisa cada vez que veía una patata, un libro, un sobre ( aunque fuese una carta del banco )…Ahora sonrío por dentro y ya no parezco tan imbécil.
Aquellos que no leen habitualmente, que no disfrutan hasta con el olor de un libro, no podrán entender lo que se siente cuando una novela te provoca un estado de levitación feliz ( tampoco cuando te hunde en la más oscura de las miserias). Vosotros si.
Después de lo dicho por Cristina, poco me queda que añadir sobre el libro, pero si puedo hablaros de lo bien que me ha sentado. Me pasó lo mismo con Un Abril encantado de Elizabeth von Arnim, con Persuasión de Jane Austen o con David Copperfield de Dickens: quieres ser su autor y quieres ser sus personajes; quieres vivir en sus casas y tener sus vecinos; compartir amigos y peripecias…y, en cierta manera, lo logran. Los habitantes de ese Guernsey imaginario tienen muchísima más entidad que cualquier personaje real de mi escalera.
Asidua a un par de clubs de lectura, se lo muy divertidos e interesantes que pueden resultar, lo bien que van para hacer o reanudar amistades, para poner gente en contacto, para compartir anécdotas ( en La Sartén Literaria ya hemos adoptado unos cuantos personajes, alguna coja, algún médico…), para crearlas. En fin, no perdáis el tiempo leyéndome a mí. Leedlas a ellas.


Yo seguiré con mis lecturas bélicas. Acabo de recibir Day, de A.L. Kennedy, la historia de un excombatiente de la II Guerra Mundial.


sábado, 7 de marzo de 2009

Anoche soñé que volvía a Guernesey...

Os lo digo desde ya: a los que os gustó 84, Charing Cross Road: ya os podeis ir haciendo con un ejemplar de La sociedad literaria y el pastel de patata de Guernsey.

Aquí teneis mi sesuda opinión. La buena os la cuelgo otro día. Pero que sepais que estoy encantada.

jueves, 5 de marzo de 2009

Tommies & Jerries

Sigo inmersa en mis lecturas en torno a las guerras mundiales. Y -¡lo que es la lectura!- descubro cosas sensacionales.

Desde hace algunos libros vengo observando que a los soldados ingleses se les llamaba "Tommies" y a los alemanes "Jerries"...que a los vietnamitas los denominasen "amarillos" en las pelis de Vietnam tenía cierto sentido, pero lo des los combatientes de la IIGM...

Pues resulta que la denominación se debe a los archifamosos Tom y Jerry, dibujos imperecederos que comenzaron su andadura allá por 1940.




Resulta que el uniforme inglés era gris como el pelaje de Tom y el alemán, marrón como el de Jerry ( que, curiosamente, fuese el ratón el más espabilado de los dos).

Fuentes menos animadas hablan de la deformación de los términos "German" o Jerry" ( una especie de orinal que se parecía mucho a los cascos alemanes) como origen de la denominación.
En cuanto al término "Tommies", se dice también que así se conocía a las tropas inglesas entre los australianos, en referencia a Tom Atkins ( el duque de Wellington).

Si las denominaciones ya se usaban en la I G.M. se nos escapa la definición "cartoon". Pero a mi me gusta más. Lástima, que no se corresponda con la realidad porque...



...son los chicos de la RAF los que iban de marrón...



..y este alemán maligno, de gris.
Moraleja: no os creais todas las tonterías que leeis en internet.
Eso si, ¿alguien podría resolverme este enigma?