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sábado, 20 de octubre de 2012

Oscuro, oscuro Londres.

Recientemente, mi Santo y yo comentábamos frente al televisor que hay que ver lo poco que conocemos Londres con la de veces que hemos estado...
No es sólo que tendamos a visitar siempre casi los mismos sitios sino también que a ojos del visitante, hay un Londres que, aunque no permanece oculto, se nos mantiene alejado de la vista. Un Londres desconocido, oscuro, amenazante y, si, feo. Muy feo. Un Londres que apenas podemos reconocer desde nuestra experiencia.
En ese Londres no hay librerías, museos o mercadillos. Ese Londres rezuma peligro y está trufado de gente rara y...asesinos. Y no asesinos de esos de aprovechar la oportunidad...¡qué va! Asesinos-asesinos, psicópatas y tarados.
O al menos eso parece desde nuestro sofá.







Todo empezó con Whitechapel, serie  que en su primera temporada nos planta frente a un imitador de Jack el Destripador que, como el original, una vez realizada su sangrienta obra desaparece sin más.
En la segunda y tercera  temporadas resucitan el espíritu de los malogrados hermanos Kray, alejándose de la edulcorada versión que rodaron en 1990 los hermanos Kemp ( más conocidos como "los de los hoyuelos de Spandau Ballet").
Nuestros paseos por Whitechapel y Spitalfields no nos habían preparado para la sordidez, la bruma, la oscuridad y la amenaza que rezuma cada fotograma de la serie.
Eso si, empezó a prepararnos para la niebla asesina que nos esperaba... porque pronto llegó Sherlock.
El Londres de A. C. Doyle sería más misterioso, enmarcado en smog y luces de gas, pero el Londres de Estudio en rosa da muy mal rollo por más que podamos entrever algún rincón conocido.







Pero lo peor estaba por llegar...de la mano del detective John Luther (con el aspecto y el clasón de Idris Elba , recientemente visto conduciendo -¿se conducen las naves espaciales? ¿Se pilotan, quizás?- el Prometheus de Ridley Scott) en Luther.
Contrariamente a Holmes, Luther es un hombre intenso, fuerte y violentamente emotivo que se pasea por un Londres  tan anodino como peligroso, plagado de bichos raros con una idea muy equivocada de la diversión.
De entrada, entabla una curiosa relación con una asesina de lo más excéntrica, a la que pone rostro Ruth Wilson, por aquí seguramente conocida por haber sido la Jane Eyre de Toby Stephens... con la diferencia de que aquí la que se merece un desván es ella.
Un tanto angustiosa, pero resulta una serie ( de momento hay dos temporadas) de lo más recomendable.
Os desafío a que encontréis una calle agradable para pasear... 




lunes, 1 de octubre de 2012

Brontë + Atari




Insonrible ha colgado esta imagen en facebook y no puedo evitar compartirla aquí.
Lo mejor de todo es que ennuestra Wii, yo juego con los Mii de Charlotte Brontë y E. A. Poe para cachondeo de las visitas.
Poe es un as del tenis.