Translate

martes, 19 de abril de 2011

Fred Vargas. No podrás leer solo uno.




Nunca he podido leer de manera independiente un sólo libro de Fred Vargas. Uno siempre pide otro.
Se leen fácil, se leen rápido y te enganchan como pocos.
Acabo de terminar, de tirón, las tres novelas protagonizadas por los Evangelistas: Que se levanten los muertos, Más allá, a la derecha y Sin hogar ni lugar y aún estoy bajo los efectos del universo Vargas.
Sus personajes son auténticos personajes, gente que vive sin televisor y sin teléfono,  que habla latín o acumulan comida en sus bolsillos, especialistas en peregrinos momentos de la historia del hombre, cojos de mente preclara, ex prostitutas, ex combatientes, ex marineros, ex policías, excéntricos, asesinos, locos y cuerdos.
Su escenario principal, París, es una gran ciudad que es pequeña ( algunos de sus personajes se pasan las obras atravesándola a pie ), habitada por desechos de múltiples mareas, por franceses recios de lugares remotos, con costumbres muy particulares y afinidades imposibles. Entre todos, se crea una serie de comunidades humanas que, mucho me temo, poco o nada tienen que ver con la realidad, pero a la que te gustaría aportar tu granito de arena, tus hábitos personales, tu talento desconocido.
En las novelas de Fred Vargas se puede ser historiador, pregonero, antigua diva operística, policía con corazón, delincuente filósofo, vendedor de libros en las orillas del Sena, regente de un bar con solera, cazador de lobos, asesino con tridente, hombre lobo, gato gordo...
Cualquier parecido con la realidad será pura coincidencia, de acuerdo. Pero no me importa lo más mínimo. Lo que quiero es poder ir visitando ese lugar incierto y mágico que se esconde entre las cubiertas de los libros de Vargas.






sábado, 9 de abril de 2011

La hija de Robert Post...

...o la tía Mame visita Cumbres Borrascosas con la ayuda de Terry Patchett.
Mi santo me acusa constantemente de no tener sentido del humor...pero es porque no le encuentro la gracia a Agárralo como puedas. Sin embargo, con este libro me lo estoy pasando en grande. Tanto, que ya he comprado Flora Post y los artistas.

La tal Flora, es una joven que ha recibido una educación "cara, deportiva y larga" y que a la muerte de sus padres, echa un vistazo a las posibilidades que tiene de instalarse en casa de algún familiar. De entre las opciones ( como mínimo, pintorescas. Si Flora hubiese elegido irse a vivir con el primo McKnag, la novela "parafraseada" hubiese sido El sabueso de los Baskerville ) elige la de trasladarse a Cold Comfort Farm, una granja fantasmagórica en medio de la nada, en Sussex, poblada por jóvenes asilvestrados, visionarios profetas de los fuegos del infierno y ancianas que se volvieron raras cuando, siendo pequeñas, vieron "algo sucio en la leñera".
Con la intención de darle la vuelta a todo, Flora llega a la inhóspita granja para regocijo de sus lectores...y hasta aquí puedo leer.




Resulta que en 1995, John Schlesinger llevó la novela a la gran pantalla. Ahora mismo localizo Cold Comfort Farm.


Aprovecho la ocasión de felicitar a Stella Gibbons por avisar al lector más despistado de que está a punto de leer un fragmento de especial talento literario ( señalándolo con uno, dos o tres asteriscos, según el nivel ), a su traductor , José C. Vales, por la labor titánica que resulta la traducción de un texto tan juguetón como éste y por sus nutridas notas a pié de página y a Impedimenta por tener el buen tino de editar a la Gibbons en la lengua de Cervantes.
Por cierto, Impedimenta también edita El inicio de la primavera , una nueva traducción de Penelope Fitzgeral, autora de esa pequeña maravilla que es La librería.



Stella Gibbons. Qué clase...

Penelope Fitzgerald. Qué de libros...



viernes, 8 de abril de 2011

Más vale tarde...



323 portadas del Saturday Evening Post y 40 pinturas originales.



Una maravillosa exposición de la obra de Norman Rockwell en Londres...
que acabó el pasado 27 de Marzo.

Al menos ha servido para colocar una galería la mar de interesante entre la lista de futuras visitas de la capital inglesa, la Dulwich Picture Gallery