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martes, 28 de septiembre de 2010

200 años de Elizabeth Gaskell




Mañana se cumplirán dos siglos del nacimiento de nuestra querida Elizabeth Gaskell.
Si pudiese, ahora mismo me iba para Manchester a disfrutar de la maravillosa exposición que la John Rylands Library de la ciudad ofrece hasta finales de Noviembre.
Como no puedo, me conformaré con una maratón de Cranford.




miércoles, 22 de septiembre de 2010

Decoración de otoño.


Ya está aquí.

Botín londinense. Provisiones para el otoño.


Si, los viajes acaban. Pero las compras permanecen.
De momento, me estoy resistiendo a las primeras lluvias otoñales y no he estrenado aún mis Doc Martens de agua. Lo bien que voy a saltar en los charcos...




Para interiores, libros y puntos de libro.
De mi visita a Persephone traje Minnie's Room de Mollie Panter-Downes,
Reuben Sachs de Amy Levy y The Children Who Lived in a Barn de Eleanor Graham. En un par de años os diré qué tal.





Del resto de librerías, botín variado: Jasper Fforde, pastiches de Sherlock Holmes, guías de los lugares visitados, libros sobre el hogar victoriano, sobre el hombre elefante, sobre ingleses en general. Voy a necesitar tiempo, paciencia...





... muchos puntos de libro y postales para saber por dónde voy...





...y bolsas donde desplazar tanta lectura. A elegir entre Persephone, The Alice in Wonderland Shop y la tienda de la Bodleian.
Estoy encantada con mis adquisiciones.





domingo, 19 de septiembre de 2010

London Again (VI): It's Hard to Say Good Bye

Con Barcelona en el horizonte nos lanzamos a las calles de Londres, esta vez para visitar el que fue el hogar del Hombre Elefante, el London Royal Hospital. En el corazón de un Whitechapel conquistado por las chilabas se ocultan los archivos y el minúsculo museo del Hospital donde los edificios de ladrillos cubiertos aún de hollín te dan la bienvenida. No hay nucho que ver, pero tiene cierto interés para aficionados al siglo XIX: instrumentos, uniformes, fotografías...y el sombrero con máscara que ocultó el rostro de Joseph Merrick.
.




Tras la dosis de fetichismo morboso, un último paseo por el Soho, las últimas compras, las últimas gotas de lluvia inglesa y a recoger el equipaje.




Y llegado este momento, no puedo dejar de mostraros las"escalera de emergencia" del Gatwick Express y las magníficas colas frente a los mostradores de facturación... A Phileas Fogg no le pasaba nada de esto.




miércoles, 15 de septiembre de 2010

120 años del nacimiento de Dame Agatha



Me encanta el homenaje de Google en el 120º aniversario del nacimiento de Agatha Christie.
Conociendo a la escritora, me la imagino con 120 años y muchas ganas de fiesta.
Ojalá se me aparezca en el súper, como suele hacer Elvis.
Le daría un fuerte abrazo. Por lo grandes momentos que me hace pasar.





lunes, 13 de septiembre de 2010

London Again (V): Oxford bajo la lluvia.

Londres amaneció algo brumoso pero sin lluvia.
Al llegar a Oxford se abrió el cielo y creo que sigue abierto. No pudimos mojarnos más... y yo con unas flamantes botas de agua (que ya os enseñaré, son un souvenir de Portobello) en el hotel.
Pusimos al mal tiempo buena cara y comenzamos la visita por la librería Blackwell's, ideal para guarecerse, perderse y no salir jamás.




Sólo cabían tres clientes en 1879, cuando Benjamin Blackwell inauguró su modesto negocio de segunda mano. Hoy en día es una de las mayores librerías del mundo, con un sótano (la sala Norrington) que se extiende por debajo del vecino Trinity College y posee unos 5 kms de estanterías. Aunque hay diversas sucursales, la de Broad Street 48-51 colmará todas vuestras espectativas.




Tuvimos libros para rato. Pero aún así, no pudimos escapar a la atracción de la Bodleian Library ( a la que no pudimos acceder ) y su preciosísima tienda, a las que se entra por un recoleto patio ( el Old Schools Quadrangle ) señoreado por la famosa Torre de los Cinco Órdenes, ornamentada -en sentido ascendente- por elementos dóricos, toscanos, jónicos, corintios y compuesto, consiguiendo una extraña fascinación.





Pero no sólo de libros vive el visitante... y suerte del Covered Market que nos ofreció lo mejor de la gastronomía de la zona y un techo bajo el que cobijarnos.

Jacket Potatoes y pastel de ternera con champiñones en la magnífica tienda de David John. Entre la comida inglesa y la humedad del ambiente, para la hora del té ya se me había puesto el pelo a lo Margaret Thatcher...me consolé viendo que estabamos todos por un estilo. Y me olvidé por completo de mi "Oxford look" al cruzar la puerta de la Alice's Shop, donde una oveja gruñona despachaba a Alicia en A través del espejo...

Justo enfrente, el Christ Church. Espléndido. Inaugurado por Thomas Wolsey (Sam Neil para las fans de Los Tudor ) en 1525, está rodeado por unos jardines sencillos y muy, muy hermosos, capaces de hacerte olvidar que lleva lloviendo todo el día y tienes los pies absolutamente mojados.





En el tren si que fue imposible ignorar los pies, calcetinesy pantalones mojados. No nos trajimos un resfriado de recuerdo porque el calor de mi emoción calentaba el vagón entero...




En fin...hasta los espíritus de Evelyn Waugh, C. S. Lewis, J.R.R. Tolkien, Lewis Carroll o T.E. Lawrence debieron pasear ese día bajo un paraguas.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Bright Star

Por fin podemos ver Bright Star en nuestros cines.


Ya llevaba tiempo esperándola y eso es campo abonado para espectativas exageradas que, dificilmente, llegan a cumplirse... pero no sé si se han cumplido. Habrá que dejar un tiempo prudencial para que se aposente y ver qué regusto deja.

De momento, me mezo entre puntadas y lecturas, preciosos paisajes, una tamizada luz romántica. Y pienso que si viviese dentro de Bright Star sería feliz.

Eso si, sin las pasiones extremas y la tortura emocional que -ya estoy mayor- me resultaron algo excesivas. El piano me convenció más...no sé si a causa de Harvey Keitel.






En mi caso, la tortura emocional la puso una anciana con voz de barítono que comentaba cuanto se proyectaba en la pantalla. A Dios pongo por testigo de que no volveré al cine el día del espectador.

Por otro lado, hubo momentos en que - petarda de mi - se me confundía Keats con un jovencísimo Keith Richards. Mea culpa.






martes, 7 de septiembre de 2010

London Again (IV): al fin, cementerio.

El lunes, finalmente, visitamos un cementerio. Poco a poco iremos completando las visitas a los "Siete magníficos", los cementerios privados que se desarrollaron alrededor de Londres durante el siglo XIX, cuando los cementerios de las pequeñas parroquias quedaron desbordados por el aumento de población.
Auténticos monumentos al poderío de los vivos, de esta iniciativa nacieron lugares tan interesantes como:

Cementerio de Kensal Green- 1832
Cementerio West Norwood – 1837
Cementerio de Highgate- 1839
Cementerio Abney Park – 1840
Cementerio de Nunhead - 1840
Cementerio de Brompton – 1840
Cementerio de Tower Hamlets - 1841

Visitado ya Highgate, esta vez le ha tocado a Nunhead...¿quién podría resistirse a semejante nombre?
Plantarse en Nunhead es una odisea: se ha de ir hasta Liverpool Street Station y, desde allí, coger un autobús ( el 78 ) con el que recorrer Southwark y ser, durante unos 40 minutos, los únicos blancos del vehículo.





Nada más salir de la estación, nos topamos con este bonito homenaje a los niños desalojados durante la guerra (de Londres a Narnia por cortesía del führer) y con una placa que rememora la situación original del Hospital de Bedlam ( que también pasaría por el edificio que hoy alberga nuestro admirado Imperial War Museum).




Aunque el trayecto a Nunhead es largo es también muy interesante, lleno de colorido y de encanto local... nada británico pero muy entretenido.

Luego toca el paseíto hasta la puerta del cementerio...puro Eastenders, pero al sur y sin ingleses.Y todo vale la pena al atravesar la verja del camposanto para encontrarse frente a un amplio paseo de gravilla, con bosque frondoso a lado y lado y capilla gótica al final.






La capilla es el único monumento "grande" que encontrareis, pero sus pequeñas tumbas, recientemente recuperadas de entre la maleza y el olvido, envuelven una serie de umbríos caminos que acojen a corredores matutinos, paseadores de perros, familias andarinas y muy poco curiosos.

El aire huele a hierba recién cortada y a tierra húmeda. El verde se desborda en torno a discretas sepulturas. Algunas aún duermen el sueño de los justos bajo capas de hiedra. otras, liberadas del manto vegetal, lucen la pátina del tiempo con orgullo y elegancia.

Nunhead es un paseo excepcional.




En unos días, tendreis todas las fotos de Nunhead en Flickr.