Translate

jueves, 30 de octubre de 2008

Lectora decimonónica


Husmeando en la red he encontrado a la persona que más sabe del mundo de adaptaciones cinematográficas de las Brontë. Desde aquí me quito el sombrero y, airosamente, hago una reverencia.


Aquí teneis En Barcelona.


A favoritos va.

martes, 28 de octubre de 2008

Lecturas para Todos los Santos



Castañas, boniatos,panellets, vino dulce i escalofríos.

¿Qué haríamos con este cambio de hora que nos sume en una oscuridad prematura, si no fuese por los libros?


Por estas fechas rescato a Washington Irving por duplicado: no se si me da más miedo el Jinete sin Cabeza que recorre Sleepy Hollow o quedarme dormida cien años como Rip Van Vinckle...creo que tengo más puntos Van Vinckle...


The Legend of Sleepy Hollow.


Una ilustración de Leonard Everett Fisher



Con todo y con eso, cada año recurro también a las inmortales palabras de Poe. Quitad el busto de Afrodita de sobre la puerta si no quereis recibir visitas indeseadas.



Edgar Allan Poe


El Cuervo



Cierta noche aciaga, cuando, con la mente cansada,


meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral


y asentía, adormecido, de pronto se oyó un rasguido,


como si alguien muy suavemente llamara a mi portal.



"Es un visitante -me dije-, que está llamando al portal;


sólo eso y nada más."



¡Ah, recuerdo tan claramente aquel desolado diciembre!


Cada chispa resplandeciente dejaba un rastro espectral.



Yo esperaba ansioso el alba, pues no había hallado calma en mis libros, ni consuelo a la perdida abismal


de aquella a quien los ángeles Leonor podrán llamar


y aquí nadie nombrará.



Cada crujido de las cortinas purpúreas y cetrinas


me embargaba de dañinas dudas y mi sobresalto era talque, para calmar mi angustia repetí con voz mustia:


"No es sino un visitante que ha llegado a mi portal;un tardío visitante esperando en mi portal.


Sólo eso y nada más".



Mas de pronto me animé y sin vacilación hablé:


"Caballero -dije-, o señora, me tendréis que disculparpues estaba adormecido cuando oí vuestro rasguido


y tan suave había sido vuestro golpe en mi portal


que dudé de haberlo oído...", y abrí de golpe el portal:


sólo sombras, nada más.



La noche miré de lleno, de temor y dudas pleno,


y soñé sueños que nadie osó soñar jamás;


pero en este silencio atroz, superior a toda voz,sólo se oyó la palabra "Leonor", que yo me atreví a susurrar...s


í, susurré la palabra "Leonor" y un eco volvióla a nombrar.


Sólo eso y nada más.



Aunque mi alma ardía por dentro regresé a mis aposentos


pero pronto aquel rasguido se escuchó más pertinaz.


"Esta vez quien sea que llama ha llamado a mi ventana;


veré pues de qué se trata, que misterio habrá detrás.Si mi corazón se aplaca lo podré desentrañar.


¡Es el viento y nada más!".



Mas cuando abrí la persiana se coló por la ventana,


agitando el plumaje, un cuervo muy solemne y ancestral.


Sin cumplido o miramiento, sin detenerse un momento,con aire envarado y grave fue a posarse en mi portal,


en un pálido busto de Palas que hay encima del umbral;


fue, posóse y nada más.



Esta negra y torva ave tocó, con su aire grave,


en sonriente extrañeza mi gris solemnidad."Ese penacho rapado -le dije-, no te impide serosado, viejo cuervo desterrado de la negrura abisal;


¿cuál es tu tétrico nombre en el abismo infernal?"


Dijo el cuervo: "Nunca más".



Que una ave zarrapastrosa tuviera esa voz virtuosa


sorprendióme aunque el sentido fuera tan poco cabal,


pues acordaréis conmigo que pocos habrán tenido


ocasión de ver posado tal pájaro en su portal.


Ni ave ni bestia alguna en la estatua del portal


que se llamara "Nunca más".



Mas el cuervo, altivo, adusto, no pronunció desde el busto,


como si en ello le fuera el alma, ni una sílaba más.


No movió una sola pluma ni dijo palabra alguna


hasta que al fin musité: "Vi a otros amigos volar;


por la mañana él también, cual mis anhelos, volará"


.Dijo entonces :"Nunca más".



Esta certera respuesta dejó mi alma traspuesta;


"Sin duda - dije-, repite lo que ha podido acopiar


del repertorio olvidado de algún amo desgraciado


que en su caída redujo sus canciones a un refrán:


"Nunca, nunca más".



Como el cuervo aún convertía en sonrisa mi porfía


planté una silla mullida frente al ave y el portal;


y hundido en el terciopelo me afané con recelo


en descubrir qué quería la funesta ave ancestral


al repetir: "Nunca más".



Esto, sentado, pensaba, aunque sin decir palabra


al ave que ahora quemaba mi pecho con su mirar;


eso y más cosas pensaba, con la cabeza apoyada


sobre el cojín purpúreo que el candil hacía brillar.


¡Sobre aquel cojín purpúreo que ella gustaba de usar,


y ya no usará nunca más!.



Luego el aire se hizo denso, como si ardiera un incienso


mecido por serafines de leve andar musical.


"¡Miserable! -me dije-. ¡Tu Dios estos ángeles dirige


hacia ti con el filtro que a Leonor te hará olvidar!


¡Bebe, bebe el dulce filtro, y a Leonor olvidarás!".


Dijo el cuervo: "Nunca más".



"¡Profeta! -grité -, ser malvado, profeta eres, diablo alado!


¿Del Tentador enviado o acaso una tempestad


trajo tu torvo plumaje hasta este yermo paraje,


a esta morada espectral? ¡Mas te imploro, dime ya,


dime, te imploro, si existe algún bálsamo en Galaad!


"Dijo el cuervo: "Nunca más".



"¡Profeta! -grité -, ser malvado, profeta eres, diablo alado!


Por el Dios que veneramos, por el manto celestial,


dile a este desventurado si en el Edén lejano


a Leonor , ahora entre ángeles, un día podré abrazar".


Dijo el cuervo: "¡Nunca más!".



"¡Diablo alado, no hables más!", dije, dando un paso atrás;


¡Que la tromba te devuelva a la negrura abisal!


¡Ni rastro de tu plumaje en recuerdo de tu ultraje


quiero en mi portal! ¡Deja en paz mi soledad!


¡Quita el pico de mi pecho y tu sombra del portal!


"Dijo el cuervo: "Nunca más".



Y el impávido cuervo osado aún sigue, sigue posado,


en el pálido busto de Palas que hay encima del portal;


y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña,


cuya sombra el candil en el suelo proyecta fantasmal;


y mi alma, de esa sombra que allí flota fantasmal,


no se alzará...¡nunca más!.



Extraído de Bibliotecas Virtuales.

Y, por si alguien aún no lo ha visto, aquí está Vincent, el maravilloso corto de Tim Burton sobre un niño que quería ser Vincent Price.





jueves, 16 de octubre de 2008

La Pequeña Dorrit



La vida esconde pequeñas sorpresas donde uno menos se lo espera... y es que en el Centro Cívico La Taixonera, al que acudo a hacer Tai-Chi, encontré ¡¡Un ejemplar de La Pequeña Dorrit en castellano!!

Allí al fondo, donde descansan los libros que ya no admiten en la biblioteca, al alcance de la mano de cualquiera...allí me esperaba, legañoso, mi última adquisición Dickensiana.

Además, en esta añosa edición de la difunta Bruguera, en la colección Historias Selección, que tantas tardes nos hicieron disfrutar en nuestra infancia...Ahora las reeditan en un ejercicio de comercialismo revival, pero no es lo mismo.

¿Quién de vosotros no se inició en la lectura de clásicos en sus ediciones adaptadas e ilustradas? Ivanhoe, La isla del tesoro, 20.000 leguas de viaje submarino...Proustsiana me pongo...

pero ¡qué contenta estoy con mi hallazgo!