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martes, 22 de marzo de 2011

Patrañas




Que los nazis no estaban bien de la cabeza no es algo que acabe de descubrir. Pero que algunos nazis estuviesen TAN mal de la cabeza...
Ya lo decía Goebbels: "Una mentira repetida constantemente acaba convirtiéndose en verdad". O en algo parecido.
Hace unos días, la revista Historia y vida me sorprendía muy gratamente al ofrecer por unos módicos eurillos, un libro que hacía tiempo corría por mi lista de deseados: El plan maestro, de Heather Pringle, que en seguida me puse a leer.
Aún no sé si reír o llorar...Casi que optaré por reír.
Resulta que Heinrich Himmler ( abajo, en la foto...aunque aún no tengo claro si no es Baldrich de The Blackadder ) un mocetón ario ( o así debía verse él ), larguirucho, de cabeza desproporcionada, miope, con manos pequeñas ( "una musaraña medio muerta de hambre", tal y como le describió - a sus espaldas, suponemos - con mucho tino uno de sus secuaces ), estaba convencido de la superioridad de la raza aria, bajada del cielo para habitar en la Atlántida, colonizadora del mundo, portadora de cultura y echada a perder por el mestizaje y la capacidad corruptora de los linajes menores.





Arribista, oportunista y astuto, no sólo fundó las SS y coreografió el Holocausto a ritmo de Nibelungos... sino que entre medias tubo tiempo de fundar la Ahnenerbe, ampliarla, organizarla y poblarla de chalados y pseudocientíficos poco escrupulosos.
Mediante esta entidad, Himmler dotó a la Alemania nazi de unos orígenes, poderes, mitología  y grandeza que justificase cualquier desvarío etnocéntrico, invasión, guerra o exterminio.
La Ahnenerbe envió expediciones a Finlandia, a Francia, al Tíbet, a donde fuese, a buscar ¡¡y encontrar!! pruebas de su particular visión de la historia.
Un tanto al margen de Hitler, quien consideraba todo esto una sarta de insensateces, Himmler se rodeó de lo más florido de las casas de reposo y las universidades pangermánicas decidido a sacarse de la manga - y, lo que es mejor, recuperar y expandir - un pasado ario que pasaba por la magia, la religión, el rito y la mentira más descarada.
Lo increíble es la cantidad de gente que se lo creyó, pertrechados con su oído selectivo, y se apuntó al cotarro.
Tremendo. Aún me estremezco entre la risa y el llanto.

***

Los vídeos de las expediciones nazis, aquí.


7 comentarios:

Oltra Bitácora dijo...

La escusa de que estaban locos, no sirve, eran malos y lo único que buscaban eran justificaciones....

littleEmily dijo...

¡Baldrich se ha hecho nazi! ¿A dónde iremos a parar?
Y cuánta gente se creyó lo que decían y confió en ellos ciegamente...

Insonrible dijo...

Lo fuerte es que creyeran que la raza aria se diera también fuera de las propias fronteras germanas. Si hubieran encontrado un esquimal de ojos azules a lo mejor lo hubieran encerrado en el zoo de Berlín. Y tan panchos.

Toronto dijo...

Tremendo, tremendo! Pues mire por donde, el sábado por la tarde pasé por delante de la famosa (a nuestro pesar) librería Europa en la calle Séneca, que yo no sabía dónde estaba, pero unos chicos que iban andando delante de mí exclamaron en voz alta: ¡la famosa librería Europa! Entre risas y comentarios de desprecio, uno de ellos se acercó a mirar el escaparate y desde allí dijo: vaya pues igual no hay para tanto, si tienen hasta un Tintín! ¿Pero cuál era ese Tintín del escaparate? Pues Tintín en el Congo, no podía ser otro... Tremedo!

La Abutrí de Getafe dijo...

Vamos,es que no sé ni como esa librería sigue en pie la verdad,será cuestión de democracia.

En cuanto a los Nazis,a veces pienso que harían cuando viesen de verdad a un negro albino!!.

Cristina dijo...

Para haberse erigido como emblemas de la raza superior, etc., no se puede negar que aparte de malos (palabra muy sencilla apra incluir todos los tipos de crueldades y demás que tanto les gustaban) eran bastante tontos...

Samedimanche dijo...

Lo de "mal de la cabeza" era un eufemismo de tono ligero...No seré yo quien niegue la naturaleza de la maldad. Y si, Cristina, tontos de remate...
Y lo de la raza superior es porque jamás vieron jugar a Shakille O'neal, porque Himmler mismo era para apartarlo con un palo.
Señora, pobre esquimal.
Señor, tremenda anécdota...no me puedo creer lo de Tintín. ¿Qué será lo próximo? Asterix en Helvetia?