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miércoles, 14 de abril de 2010

Julia Margaret Cameron


Leyendo las crónicas londinenses de Cristina y de little Emily , me viene a la memoria el día que descubría a Julia margaret Cameron. Se puso a llover en un Londres de primavera y corrimos a refugiarnos en la cercana National Portrait Gallery, que siempre tiene unas Brontë o una Austen retratadas para mi solaz. Y allí estaban sus fotografías. Oscuras, nebulosas, sencillas y misteriosas...como era de esperar, compré el catálogo y me rendí a sus pies.




Julia Margaret Cameron, 'Vivien and Merlin', albumen print from wet collodion-on-glass negative, 1874. V&A Museum no. PH.85-1970
(El esposo de Julia, Charles hay Cameron posa como Merlín frente a la hechicera Vivien , recreando un pasaje de Idylls of the King (1859), de Lord Tennyson.



Considerada una gran excéntrica de la fotografía. Nació en Ceylan el 11 de Junio de 1815 en Calcuta (India), en el seno de una familia de diez hermanos. Hija de escocés y francesa pertenecientes a la sociedad bengalí fue educada en Francia hasta los 19 años, donde regresó de nuevo a la India.
Casada con un hombre veinte años mayor que ella, excelente jurista y plantador de té, vivió en la India hasta los treinta y tres años, depués se trasladó con toda su familia a la Isla de Wight, en Inglaterra.Tuvo seis hijos y otros adoptados, por este motivo vivía en un gran caserón, que siempre se encontraba lleno de poetas, artistas y científicos de la época victoriana.
Cuando contaba ya con cuarenta y ocho años, y a causa de un viaje de su marido, su hermana la regaló una cámara para paliar la soledad por la ausencia de su marido...transformó y adaptó una carbonera de la casa en un improvisado laboratorio y un cuarto de niños en su estudio, y se dedicó a retratar a quien tuviese cerca.




Julia Margaret Cameron, 'Call, I follow, I follow, let me die!', carbon print from copy negative, negative 1867, printed later. V&A Museum no. PH.15-1939


Su hijo llegó a lamentarse de verla tan a menudo vestida con ropa de trabajo y oliendo siempre a los químicos del laboratorio. Es de suponer que en la rígida sociedad victoriana no se debía entender muy bien que una mujer “respetable” se comportase de aquel modo, aunque esto no deja de ser poco más que una anécdota en lo que se refiere a por qué fue tan duramente criticada. El motivo fundamental es que hizo todo (o casi todo) lo contrario a lo que sus contemporáneos hacían, fotográficamente hablando.





Julia Margaret Cameron, Sir John Herschel, 1867


Leemos en caborian.com que :
En sus fotos de personalidades busca retratos épicos, poderosos, que dejen ver todo lo que de especial hay en esas personas, su grandeza, su obstinación, incluso su predestinación, pero todo ello sin recurrir a teatralidades externas. Sólo luz, atmósfera y rostro. Retratos que transmiten, más que retratos que describen, que es lo que hacían la mayoría. Sus personajes nunca sonríen y poseen un brillo en los ojos que les infunde vida, fuerza. Al centrarse en sus rostros despreciando el detalle de sus ropas, los hace más atemporales. Busca la fuerza expresiva que confieren unos rostros que emergen desde las sombras.
En los retratos femeninos al no estar tan atada a la imagen pública que representan los hombres, ya que la mujer de la sociedad victoriana está relegada a un segundo plano, es donde demuestra mayor libertad, haciendo posar a las modelos de manera menos rígida, menos solemne; sin que por ello dejen de posar, ya sea representando actitudes melancólicas, poses al estilo romántico, etc… Aquí tampoco busca retratos descriptivos y liberada de esa imagen pública del personaje, se dedica a fotografiar lo que ella ve en cada persona, lo que le inspira. Así hace fotos de amigas y sirvientas como si fuesen la representación del amor, o en el papel de María Magdalena, o una ninfa… Pero con su minimalista puesta en escena y sus planos cerrados, el motivo es lo de menos, ya que lo que se aprecia son unos retratos atmosféricos, intemporales, alejados de la realidad, en ocasiones etéreos. Figuras puras y melancólicas contra fondos imprecisos.









7 comentarios:

Insonrible dijo...

Si no me equivoco, era tía de Virginia Woolf, ¿no? Esa nariz la delata...

Samedimanche dijo...

Tia abuela, para ser exactas. Y si, la nariz la delataba. Pero como era más buena moza, se le notaba menos...

Mathyld dijo...

Yay ! Me gusta JMC ♥
Particularmente las fotografias que hace (?) con los Pre-Raphaelites :)
x x x
___m___

littleEmily dijo...

¡Ay, esa nariz! Creo que si no lo sabíamos, hemos caído todas ;)

Cristina dijo...

¡Si lo sé miro los comentarios antes! Aquí estaba yo devanándome los sesos con "¿de qué me suena? ¿de qué me suena?" aparte de conocer de vista algunas de sus fotos. Y, claro, es que era familia (como todos en Inglaterra, por Dios, todos se conocen) de Virginia Woolf.

Samedimanche dijo...

Si que todo el mundo es familia en Inglaterra, es lo que tienen las islas. Pero la endogamia afecta a unas más que a otras ;)
Mathyld!! Writting in Spanish???
It's perfect!

La Abutrí de Getafe dijo...

Pues para ser tía abuela de la siempre tan alegre Virginia no tenía ni ídea...Pero me encanta!!.