Antes de que el calor se instale definitivamente, aprovecho estos días nublados para despedirme del invierno como Dios manda.
Y ¿dónde mejor que en el mismo cielo?
Caelum es uno de mis rincones favoritos de Barcelona... al menos cuando está lo suficientemente tranquilo como para sentarse y disfrutar de un café y un pastelito celestial ( que bastantes pastelitos infernales me rodean últimamente ).
Despedida del invierno: ¡Bienvenida a las cañas veraniegas!
5 comentarios:
Qué tentación, que buena pinta tienen pasteles y pastas.
Menos mal que ha refrescado y aún no se ha instaldo el calor, la semana pasada fue terrible (no me gusta el calorrrrr).
Un abrazo.
Ay, Caelum, Caelum! El día que me traten mejor iré. Suerte que las temperaturas han bajado, ya veía la muerte en julio.
Qué curioso, ayer hablaba de Caelum con unas amigas y entonces me encuentro con tu entrada. Últimamente estoy rodeada de serendipias... Y yo encantada, claro.
:)
Caelum es de los sitios con el nombre más adecuado que existen. Hace siglos que no voy, pero me has tentado mucho...
Chuli
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