Después de ver Sherlock Holmes. Game of Shadows, de disfrutarla, y de agradecer a Antena 3 que se haya decidido a emitir seguidas las dos temporadas de la serie Sherlock (jueves a las 22'30 hs.) reflexiono sobre mis adaptaciones holmesianas preferidas...y veo que son muy poco ortodoxas pero, curiosamente, muy auténticas.
Y es que el espíritu holmesiano supera ampliamente al propio personaje, transformándolo en un icono bigger than life que incluso puede saltarse su propio canon y salir vencedor.
El caso es que mis tres películas preferidas con el detective consultor como protagonista no se basan en ninguna historia de Conan Doyle pero son puro Holmes. Y puro Watson.
Asesinato por decreto puede que sea la única obra decente de su director, Bob Clark, lo que no quita para que pueda considerarse una obra maestra. En ella, un Sherlock Holmes que se crece con los rasgos de Christopher Plummer y, sobre todo, el magnífico doctor Watson que recrea James Mason, se enfrenta a un caso que supera, por lo imposible de su resolución, a los sabuesos del 221b de Baker Street: los asesinatos de Jack el Destripador.
En ella, Londres es una pesadilla nebulosa y sus habitantes se esconden aterrorizados de la presencia terrorífica del criminal. Ya os aviso de que sigue las teorías ( no por inverosímiles o improbables menos entretenidas) que involucran a la Reina Victoria y a su familia en los asesinatos, pero la credibilidad del punto de partida no resta un ápice de maestría al film.
Sin pistas ya tiene otro tonito menos serio. En ella, el gran Michel Caine da vida a un risueño Holmes que actúa como tapadera del auténtico cerebro del tándem, el rabioso doctor Watson, encarnado por Ben Kingsley, que ve cómo la fama y la actitud de su alter ego se le escapan de las manos. Un actor borracho venido a menos y un escritor con poco carisma, ¿lo más alejado del dúo holmesiano?
La tercera es la maravillosamente refrescante El secreto de la pirámide. Cine juvenil de calidad para sobremesas de tardes de domingo. Con ella, Barry Levinson, su director, hace lo que mejor se le da: explicar cuentos. Cuentos como el de unos jóvenes Holmes y Watson que se encuentran en un típico colegio británicoy se enfrentan a los tempranos y místicos tejemanejes de Moriarty.
Lo que os decía. Que lejos del canon también cuecen habas. Y buenas.
películas ideales para revisitar en los días de frío que se avecinan.
Voy a pedir a la señora Hudson que prepare un té...
* Para leer "Sherlock Holes en el cine. Más allá de Conan Doyle" de Carlos Díaz Maroto, sólo hay que clickar aquí. *