El verano en la ciudad y teniendo que ir a trabajar puede ser una tortura.
Ya quedaron muy atrás aquellas vacaciones estivales en el pueblo que parecía que no iban a terminar nunca. Largos veranos ociosos.
Como, de momento, tenemos que contentarnos y estar agradecidos por ir a trabajar y sufrir la canícula en oficinas, metros y demás, lo que hago es viajar desde el sofá.
Me hago una bebida refrescante, enciendo el ventilador y a viajar...Hay libros, cómics, discos o películas que tienen una capacidad evocadora tan vívida que rememorarlas puede llegar a confundirse con echar mano de los propios recuerdos. ¿Esto lo viví o lo ley?
Por si acaso, voy a ver si genero cierta estimulación vacacional.
Viajen con nosotros.
-"Mis nervios necesitan un bourbon".
-"Tu madre, también".
Masculla entre dientes la señora Stevens...
Atrapa a un ladrón está llena de frases ingeniosas, conversaciones ágiles y afiladas, personas interesantes, lujo, glamour... paisajes y arquitecturas de ensueño.
Si pudiese, me trasladaría a esa Costa Azul tan elegante, donde las aventuras te salen al paso en el Club Náutico, en el Hotel, en el Casino.
Me vestiría como Grace Kelly y , también, como Cary Grant. Conduciría coches maravillosos, bebería combinados con sombrillitas y bailaría hasta el amanecer. Y sólo sudaría ante la proximidad de la policía.
También en el Mediterráneo, podemos disfrutar de las bondades de Corfú acompañando a la familia Durrell y a otros animales ( muchos) en su periplo griego.
En Mi familia y otros animales, Gerald Durrell nos traslada a un mundo de alegres patochadas familiares, correrías asalvajadas infantiles, el sonido de las cigarras y el sabor de la sal en la piel.
Los Durrell debieron ser una troupe de armas tomar, pero seguro que garantizaban un verano de lo más entretenido...
Naturalistas con bombín, habitantes de la zona de lo más pintoresco, bohemios en busca de inspiración o reposo, pretendientes engominados, bañadores imposibles... ¡Mucho mejor que Verano azul!