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martes, 6 de septiembre de 2011

Paris IV: el muerto al hoyo y el vivo al bollo.




Comer y beber es importante tanto para cogerle el ritmo como para seguirselo a una ciudad como París.
La magnífica gastronomía francesa coloca su pabellón bien alto gracias a las maravillosas chouquettes y a la repostería en general. Sus reputados vinos ni los probamos... pero a su limonada de Barbapapás no había quien se resistiese.





Además, el mágico momento del desayuno es muy práctico a la hora de ponerse a repasar los planes del día. Nuestra intención era visitar las catacumbas, pero una cola mortal nos llevó a pasearnos por el cercano cementerio de Montparnasse.
Monumentalmente no es gran cosa comparado con otros camposantos parisienses, pero algunos de sus ilustres huéspedes bien valen una visita: Sartre y DeBeauvoir, Jean Severg, Serge Gainsboroug, Baudelaire o Alfred Dreyfuss están enterrados allí.






Mucho más elegantes, los salones de té de La Durée, de los que no me canso de hablar.
Ésta es la sala del piso inferior del establecimiento de la rue Bonaparte, pero tampoco hay que perderse la del piso superior. Tomarse un té y probar sus delicadísimos macarons, o su tarta Passion framboise, o sus milhojas...en la foto, macarons de frambuesa y de noix de coco. Im-presionante.
De momento, y a falta de visita, probad con este vídeo.





8 comentarios:

Oltra Bitácora dijo...

Qué hambre no??
Adoro visitar cementerios y los de Parín bien valen un paseo!!tienes toda la razón

littleEmily dijo...

Me están dando una envidia los salones de La Durée que ni te cuento y más si me pones macárons y chocolatinas en la foto :P

El Cementerio de Montparnasse me llama pero quizá no tanto como el Pierre Lachise (no sé si he escrito bien ningún nombre, mi francés es muuuy cutre y eso que me intentan enseñar)...

Toronto dijo...

Buenooo, me gusta todo, el macaron, el salón y el cementerio... pero esas limonadas Barbapapá SON LO MÁS! Si lo sé, te encargo dos cajas.

Samedimanche dijo...

Dina, menos mal que alguien más entiende mi gusto - nada morboso - por visitar cementerios... en muchas ocasiones son los mejores jardines de una ciudad.
Little Emily, no hay color: Père Lachaise o Montmartre le dan mil vueltas ( escultóricamente ) a Montparnasse.
Toronto: pues el encargo te hubiese salido por la torta un pan...piensa en los precios de la bebida en Paris. Te sale más a cuenta una caja de 5 kgs de Macarons.

Oscar dijo...

Es mi gran asignatura pendiente en mis viajes a Paris. Peregrinar a Père Lachaise. Secundariamente a los otros dos. Visitar la tumba de Wilde. Pero es que siempre me falta tiempo y nunca encuentro cuorum. Lo de visitar cementerios no siempre está bien visto...
Espero solventar pronto esta deficiencia.

Saludos.

Cristina dijo...

Hmmmm... macarons de Ladurée, qué delicia.

Y me ha encantado el detalle de la limnada de Barbapapá :D

Yo creo que cuando nosotros estuvimos habríamos hecho bien en cambiar la nefasta excursión a Versalles por una a cualquier cementerio parisino. Más en nuestra (¿o sólo mía?) línea.

Samedimanche dijo...

Oscar, Cristina: la visita cementerial merece mucho la pena... y gracias a vuestras experiencias nosotros nos hemos ahorrado Versalles.

Oscar dijo...

Yo no piqué en Versalles. Ya pagué el precio en Viena, con el Palacio Schonnbrun (no se si sobra alguna "n"). No soporto la idea de una mañana entera viendo solo muestras de porcelana y sillones reales. Tampoco está en mi línea.