Cuando Charlotte Bronte murió en 1855, dejó tras de si veinte páginas de una novela que presagiaban su obra más irresistible desde Jane Eyre. Ciento cincuenta años después, una tal Clare Boylan tubo la desfachatez de , utilizando tan escueto material, acabar la novela, un relato sobre una joven misteriosa, Matilda, quien es llevada a una escuela de niñas en la Inglaterra provinciana. Cuando todo sobre los antecedentes de riqueza de la niña resultan ser una ficción, le toca a un caballero local, el Sr. Ellin, y a una viuda sin hijos, Isabel Chalfont, comenzar una búsqueda de su pasado y de su identidad que los lleva de las salas de la sociedad campestre a los callejones más sórdidos de Londres.
Aquí pudimos “apreciarla” gracias a la edición de Grijalbo, traducida por Esther Donato, y atribuida con más misterio que gloria, a Charlotte Brontë y “Otra Dama”.
Pero al mismo tiempo que se editaba este pastiche (J.M. Dent & Sons Ltd., Londres, 1980 ), saltaba la noticia de la aparición de un inédito de Charlotte Brontë, una novelita juvenil, Stancliffe’s Hotel , que ahora podemos disfrutar de la mano de Imagica Ediciones y su colección “El País de las Damas”.
A Mina Laury y el Hotel Stancliffe, le han seguido también 2 volúmenes de La Saga de Verdópolis ( El Huérfano y El Enano Verde) y otros tantos del las aventuras en El Reino de Angria ( Nobleza de Verdópolis y Reino de Angria)
Yo ya los tengo en la mesilla de noche...
2 comentarios:
Señora!
Lo de la novela encuentro que es muy feo. Los herederos de las Brönte necesitan un abogado competente ya, por ejemplo propongo a Merche Castelló.
Y el overboocking de tu mesita de noche me empieza a preocupar. Hace tiempo ya nos brindaste un esplendido titular negro cuando cuadro que veías cuadro que querías para la pared del cabezal de la cama... recuerdas?:"Muere sepultada por el cabezal de la cama" . Si también cae todo lo de la mesilla es que ya no se escapa ni Albert ni Elvis. Haz algo porfavor!
Bueno, ya no sufro en silencio y tomo nota de tus recomendaciones.
Ay, si yo te contara todo lo que tengo en la mesilla...
El próximo socavón del Carmel será culpa mia...
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